Durante las últimas semanas del año, el tiempo se va en despedidas, fiestas y celebraciones. Muchos de nuestros compañeros toman tiempo libre para estar con sus familias y otros se quedan para aprovechar el tiempo y terminar algunos pendientes. Sin duda, es un tiempo en donde hay un poco menos de carga de trabajo y una oportunidad para evaluar y terminar ciertos proyectos, así como un buen momento para planear lo que viene para el siguiente.

En este blogpost queremos compartir contigo algunas estrategias para aprovechar esta última semana del año, pensando en lo que se logró y en lo que nos quedó pendiente para el siguiente. Además, para que, de manera individual, programes tu siguiente año, ya sea para seguir creciendo personal o profesionalmente.

1. ¿En dónde estoy?

La última semana del año es un buen momento para pensar en dónde nos encontramos como personas y como profesionales. Hacernos preguntas sobre nuestro trabajo y nuestra vida, en general, es un hábito que nos ayuda a vernos desde una perspectiva menos egoísta y subjetiva.

1.1. ¿Quién soy en este momento?

Aunque sea una pregunta muy compleja, entender quiénes somos y por qué lo somos es una buena forma de tener un punto de partida para empezar a descomponer nuestra propia cotidianidad.

1.1.1. ¿Qué valores me guían?

Definitivamente, esta es una pregunta que todos debemos hacernos. Los valores son los principios que guían nuestra existencia, son los preceptos con los que llevamos la vida y la razón por la cual nuestras acciones tienen sentido.

Para poder identificar los valores, puedes usar algunas de las preguntas que te compartimos a continuación y que te ayudarán a tener una idea más clara de quién eres.

1.1.2. ¿Quiénes son importantes para mí?

Identifica a las personas que quieres y que admiras. Escribe sus nombres y las razones por las que las quieres o admiras. Trata de identificar qué características tienen estas personas en común y define qué cualidades son importantes para ti en las personas con las que te relacionas.

1.1.3. ¿Qué es importante para mí?

Dependiendo del momento de la vida en el que nos encontremos, vamos a ver que nuestras prioridades van a ir cambiando. Para algunos, puede que el dinero sea lo más importante, así como el éxito o el reconocimiento. Para otros, será más importante estar con las personas que quiere, y para otros, será tener la mayor cantidad de experiencias posibles.

Sin importar cuál es o qué es más importante para nosotros, está bien entenderlo y aceptarlo como algo que nos guía en nuestras acciones. Si hiciéramos este ejercicio cada año, seguramente, esas prioridades cambiarían así como los valores que nos guían.

1.1.4. ¿Cómo me describo a mí mismo?

Tener una fotografía clara sobre quiénes somos con lo bueno y todo lo demás, es un excelente punto de partida. El reto aquí es vernos con la mayor objetividad posible e identificar esas cosas que vemos como buenas, y esas otras que sabemos que podríamos mejorar.

Ser honestos en nuestras capacidades, fortalezas y debilidades, también nos puede ayudar a tener una idea más clara sobre quiénes somos y quiénes queremos llegar a ser.

2. ¿Qué pasó este año?

Una de las reflexiones más importantes que debemos hacer es preguntarnos qué pasó este año. ¿Qué logramos?, ¿qué no logramos?, ¿cómo nos sentimos, en general, con lo ocurrido?, entre otras múltiples preguntas.

Estos son algunos cuestionamientos que nos planteamos en Wannabe para evaluar lo que se logró y lo que nos falta hacer el año que entra:

2.1. ¿De qué me siento orgulloso?

Sin importar cuán grandes o pequeños sean nuestros logros, siempre habrá algo de lo que nos sintamos orgullosos, tomar más agua, hacer ejercicio, leer más o, incluso, ver más películas, pueden ser algunas de esas.

En una hoja de papel escribe cuáles fueron esas cosas que lograste, y luego organízalas de la que menos te hace sentir orgulloso a la que más. Todas los ítems de esta lista son cosas que lograste este año y que te hacen sentir bien y satisfecho.

2.2. ¿Qué hice por mí?

Si bien la anterior puede ser un logro profesional o académico, también necesitamos espacios para pensar en lo que hicimos por nosotros mismos. Puede ser haber comenzado una nueva forma de comer, o haber leído libros que nos ayudaron a pensar mejor la forma en la que interactuamos con la vida.

En otra sección de tu papel escribe las cosas que hiciste por ti y qué beneficios te trajeron.

2.3. ¿Cómo ayudé a los demás?

Aunque estamos absortos en pensar cómo crecemos y cómo mejoramos, lo cierto es que ese crecimiento está ligado a nuestra relación con los demás. Tener éxito es gratificante cuando podemos compartirlo con alguien más. Por eso, en esta parte de tu papel, dedica un pensamiento a ver qué hiciste por los demás y cómo ayudaste a su bienestar o a su felicidad.

2.4. ¿Cómo soy una mejor persona?

Teniendo en cuenta que la persona más importante para ti eres tú mismo, piensa cómo mejoraste este año como persona. Fuiste más amable, más considerado, más amoroso, o un mejor amigo. Esto te ayudará a ver cómo, aunque a veces no alcanzamos los objetivos que nos proponemos, siempre, con sólo nuestras experiencias, tenemos a una mejor versión de nosotros mismos.

2.5. ¿Qué pude hacer mejor?

Claro, este tiempo también es para reflexionar y saber qué pudimos hacer mejor. Identifica un área de tu vida en la que pudiste trabajar más duro o mejor y escríbela en tu papel. Describe lo que hubieras querido lograr y cuáles fueron las razones para no hacerlo.

3. ¿Qué quiero alcanzar el siguiente año?

Este tiempo de reflexión también nos prepara para definir nuestros logros del año que viene. Es un momento para identificar qué es realmente importante para nosotros y cómo podemos lograrlo basados en la experiencia que tuvimos durante el año que termina.

3.1. ¿Quién quiero ser el año que viene?

Esto no sólo se reduce al dinero, el éxito o el título que ostentamos en una organización. Es una pregunta que nos invita a reflexionar sobre qué descripción queremos dar de nosotros mismos al final del año siguiente. Podemos pensar en quiénes queremos ser con nosotros mismos, con los demás, en nuestro trabajo, en nuestra salud, en el conocimiento que tenemos, en cómo nos relacionamos con las actividades del día a día, etc.

3.2. ¿Qué hábitos quiero cultivar?

Para nadie es un secreto que esta época del año es un buen momento para pensar en nuestros hábitos. Qué queremos comer, leer, aprender, hacer, etc, van a ser preguntas muy frecuentes durante esta semana. Escribe los hábitos que quieres cultivar y cómo piensas hacerlo durante el año que viene.

3.3. ¿Qué metas me quiero poner?

Sé ambicioso, pero planea metas que sean realistas. Ten muy claro en dónde estás y cuál es el límite de tiempo que tienes para alcanzar una meta. Define cómo quieres medir esa meta y sé explícito con eso que quieres alcanzar.

Ponernos 10 objetivos puede sonar fácil, pero, la realidad es que tener 5 metas ya es bastante ambicioso. Determina qué es lo más importante para ti y define las metas al rededor de eso, de manera que logres darle prioridad a lo que realmente tiene un peso en tu vida.

3.4. ¿Qué quiero hacer por mí mismo?

Aquí la pregunta va más allá de tu carrera y el dinero en el banco. ¿Qué quieres hacer por ti como ser humano para vivir más y mejor?. Leer más, tener mejores relaciones contigo mismo y con los demás, comer mejor, hacer ejercicio, dormir mejor, tomar más agua, ser más amable contigo mismo, podrían ser metas que puedes establecer.

De nuevo, piensa en cosas que sean realistas, que puedas medir y que puedas evaluar al final del año.

3.5. ¿Qué quiero hacer por los demás?

Partimos de que tú eres la persona más importante para ti mismo, pero sabemos que la relación con los demás es fundamental para tener una vida sana. Establece metas que quieras cumplir, como acercarte a tus amigos, viajar a ver personas que son importantes para ti, pasar más tiempo en familia, mostrarle a esas personas que son importantes para ti, comunicar cómo das amor y hacer que esas personas lo vean.

Conclusión

Más allá de limpiar nuestra casa y oficina y tratar de empezar de nuevo, este tiempo es valioso para encontrarnos con nosotros mismos, conocernos un poco mejor y entender qué esperamos de la vida. Es un buen momento para evaluar lo que hicimos este año y cómo crecimos personal y profesionalmente.

Si bien, es un gran espacio para planear nuestro año, también es un momento para imaginar quiénes queremos ser en el año que viene y qué persona queremos construir a partir de lo que ya tenemos en nuestras manos.

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